El taller parte de las cualidades del sonido como estímulo y de la música como lenguaje, porque permite experimentar con la percepción, sensación, emoción, interpretación y expresión individual, y con la interacción y comunicación grupal. La música nos permite imaginar, viajar, inventar y crear, estimulando así el cuerpo y la mente y nos conecta con las emociones y con los demás.